Composiciones, sin retoque fotográfico, con una particular mezcla de elementos cotidianos que por sí solos no dicen nada pero que se vuelven poéticos al unirse.
Tartésico se sirve de objetos tradicionales para crear divertidas visiones de la realidad que despiertan sonrisas y provocan un guiño de complicidad. Un juego de adivinanzas que captan la atención del espectador despertando su mente y su corazón. Deja la puerta abierta para que cada cual haga una lectura personal de su obra. Ni siquiera titula las obras para no intervenir en el espectador…
Actualiza la idiosincrasia del mundo rural para devolverle su trono. Lo local y lo ordinario transmutados en imágenes rebosantes de poesía. Sus esculturas, que buscan la esencia del ser humano, son fotografiadas en la naturaleza que le rodea para insuflarles vida.
Nada grotesco ni estridente. Explora su propio lenguaje a través de sentimientos que logran una comunicación directa con el alma del receptor. En su búsqueda de un estilo único trata de evitar las influencias externas y el exceso de información.